Ficha película

Título:
Una preciosa puesta de sol
Director:
Alvaro del Amo
Intérpretes:
Marisa Paredes, Ana Torrent, Marta Larralde, Chema Muñoz
Calificación:
Crítica

El abismo generacional es siempre un tema recurrente en el mundo del cine. La diferencia, es que a veces puede plantearse con valentía y acierto –como por ejemplo, en “El Graduado”, por poner un ejemplo- y otras más, caer en los tópicos más manidos y previsibles, como es el caso de la película que nos ocupa. Si encima de todo ello, se imprime un desesperantemente lento ritmo al film, y para guinda del pastel, se enmarca en una visión teatral del mundo, pues apága y vámonos.
La historia de una mujer mayor, su hija y su nieta que se van de vacaciones a una casa de la montaña podría haber sido el preámbulo de un fresco social donde pudieran verse las motivaciones intrínsecas de esos bien diferenciados mundos –la abuela, ocultando una enfermedad grave, la madre con su amante y encargada de decirle a la anciana que ya no puede seguir en casa de su hija, y la nieta huyendo de una relación que no le gusta e intentando vivir su propia vida por encima de su familia- pero lejos de eso, todo se convierte en un falsario carnaval de sentimientos. Lamentablemente, la película se estanca a los pocos minutos de su arranque, y llega a convertirse en un verdadero tormento, no ya por el guión y la historia –que mantiene bastante poco interés-, sino porque encima, el film tiene una factura bastante mediocre, y hace usos de unas transiciones tan ridículas como unas arias operísticas cantadas a piano y voz en medio del salón del hotel donde se quedan las tres protagonistas, y que provocan las más estentóreas carcajadas en mitad del presunto drama.
Aún más, la esforzada interpretación de Ana Torrent y Marisa Paredes no sirve ni de lejos para ensamblar este mal diseñado mecano, que hace aguas por doquier y que aburre soberanamente a cada metro de celuloide pasado. La vertiente teatral se subraya en el caso de Paredes, que siempre en el extremo –fomentado por sus muchos trabajos con Almodóvar, que la ha dejado a sus anchas explotando su registro de “comedia griega”- llega a ser verdaderamente esperpéntico. Este guionista metido a director, que ha hecho trabajos interesantes como “Amantes” o “La buena estrella”, ahora se ha estrenado como director de largometrajes con esta fallida cinta, que en nada tiene que ver con sus brillantes cortometrajes, apostando por una pedante e incomprensible puesta en escena manierista, que en ningún momento consigue enternecer ni conectar con el espectador, como pretende desde el arranque del film y que no consigue en ningún momento, por mucho que se haya esforzado en realizar una elegía a la soledad y a la comprensión entre varias generaciones de una misma familia.


Federico Casado Reina



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