Ficha película

Título:
2 tontos muy tontos: cuando Harry...
Director:
Troy Miller
Intérpretes:
Eric Christian Olsen, Derek Richardson, Rachel Nichols, Cheri Oteri, Luis Guzmán, Elden Henson, Euge
Calificación:
Crítica

El humor, especialmente el cinematográfico, tiene un gran componente de sorpresa: aquello que no esperamos, la resolución brillante a una situación comprometida, o el encuentro de un determinado personaje en un determinado momento, puede provocar la más estentórea carcajada. No así, todo aquello predecible, la respuesta obvia a una situación presuntamente “divertida”, no sólo no resulta graciosa, sino que si encima está resuelta con mal gusto, puede llegar a ser desagradable. Por eso resulta paradójico que a veces las mayores burradas sean divertidas, sobre todo por efecto de una gran imaginación: me sorprendí a mi mismo hace unos años riendo a mandíbula batiente con “Algo Pasa con Mary”, película de los hermanos Farrelly, cuyo comprobado mal gusto era tan original y creativo que terminaba haciéndote reír, irremisiblemente.
He citado a estos dos hermanos porque años antes realizaron uno de sus mayores éxitos, que además encumbró como gran estrella a Jim Carrey, “2 tontos muy tontos”, y ahora los productores han intentado replicar el éxito de la primera parte por todos los medios: aunque intentaron contratar a los dos actores originales, el caché de Carrey se ha disparado, así como el de Peter y Bobby Farrelly; así, la solución ha sido realizar una “precuela”, con actores desconocidos –aunque físicamente muy parecidos a Jeff Daniels y Jim Carrey- y un realizador televisivo metido a hilvanal un delirante guión que intenta mostrar los primeros años de instituto de tan “singulares” personajes, en plena efervescencia de sus edades adolescentes. La falta de imaginación de guionistas, y la falta de arrojo de los productores, crea productos como éste, que intenta recaudar con la mayor facilidad al público para ver las nuevas payasadas de los dos tontos presuntamente más tontos del cine norteamericano. El guión, tan pobre como cualquier película adolescente, intenta mezclar por un lado la groseria de los Farrelly, sólo que con mucha menos imaginación, y la acumulación de “gags”, especialidad de los Zucker-Abrahams-Zucker. Ambos recursos no funcionan, salvo esporádicamente. Con una nula complejidad cómica, y con la intención mercantilista de comenzar la franquicia de una saga cinematográfica, el film tiene una clara vocación consumista y ofrece realmente muy poco interés. Lástima que los ejecutivos de los grandes estudios no de dediquen a apostar por nuevos creadores y artistas, porque a este paso, va a llegar el momento en que todas las comedias, dramas o aventuras seran terceras, cuartas o quintas partes de éxitos que ya se han provocado anteriormente, manteniendo únicamente el título y el número de turno, con otros actores camuflados para que se parezcan a los originales –como también pasó en la segunda parte de “Los picapiedras”.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web