Ficha película

Título:
Piratas del Caribe
Director:
Gore Verbinski
Intérpretes:
Johnny Depp, Keira Knightley, Orlando Bloom, Geoffrey Rush, Jack Davenport, Jonathan Pryce, Lee Aren
Calificación:
Crítica

Todo aquel que niegue el muy lícito y honroso componente de entretenimiento y diversión que puede suponer el cine, es un verdadero necio. Baste con mirar al pasado y lo que hoy son considerados verdaderos “clásicos” del cine –como por ejemplo, “El halcón Maltés”, “Casablanca”, “Cantando bajo la lluvia” e incluso “En busca del Arca Perdida”- en su dia fueron productos puramente comerciales, orientados al entretenimiento del mayor número público, claro que el impacto mediático actual de la promoción es mucho más brutal. Pero hay algo todos esos filmes que los engrandece: no se quedan únicamente en el espectáculo, sino que van más allá, ofreciendo otros niveles mucho más profundos para aquel que los quiera disfrutar.
Haciendo un poco de historia, estos no son los mejores momentos para la Disney, agobiada por su falta de productos de animación propios que triunfen, y prácticamente extinguida su producción “adulta” medianamente rentable. En cambio, lo que la mantiene lustrosa y monolítica son sus parques temáticos, que cada año son visitados por millones de personas de todo el mundo. Precisamente, una de las atracciones que más demanda ha tenido es “Piratas del Caribe: la maldición de la perla negra” –una especie de aventura estilo Isla Mágica, solo que a lo bestia- y para prolongar este éxito en las pantallas, han decidido apostar por una película que traslade toda la filosofía de esta atracción para todos los públicos. Demostrado ya que el género de piratas “en serio”, no tiene viabilidad a día de hoy –tras los fracasos de “Piratas” de Polanski o “La isla de las cabezas cortadas” de Harlin- el realizador ha apostado por un componente autoparódico muy inteligente, pero lamentablemente, demasiado infantil, demasiado llano, sin concesión alguna a los adultos, que debemos mantener obligatoriamente una sonrisa demasiado complaciente ante las concesiones para los más pequeños. Precisamente eso es lo que pierde al film, que por una parte es la quintaesencia de toda la tradición cinematográfica de este género heredado de Errol Flynn, Burt Lancaster o Douglas Fairbanks, pero por otra cambia el tono para bajar el nivel de entretenimiento a un humor demasiado simple. La apasionante historia –un pirata que ha perdido su barco desea recuperarlo al precio que sea, mientras que una tripulación maldita secuestra a la bella hija del gobernador, llevándola a la Isla de la Tortuga…- está salpicada de impresionantes efectos visuales, secuencias de acción bastante espectaculares, excelentes interpretaciones –destacando Johnny Depp y Geoffrey Rush, en verdaderos homenajes a todos estos personajes- y una factura grandiosa, pero a la postre, más parece un espectáculo para todos los públicos de un parque temático, que la grandiosa película que muchos esperábamos y que podría haber sido.


Federico Casado Reina



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