Muchas compañías de animación -como la división de dibujos animados de la Fox, que llegó a desaparecer tras varios fracasos…- se han quebrado la cabeza buscando la piedra filosofal que tenía Disney: cada proyecto era un éxito sin precedentes, que no sólo añadía millones de dólares en entradas por los cines de todo el mundo, sino que provocaba un fenómeno sociológico tal que ya formaba parte del merchandising mismo de la compañía. Cuando Jeffrey Katzenberg abandonó Disney y se marchó junto a Spielberg y David Geffen para montar “Dreamworks”, muchos fueron los que temblaron, habida cuenta de que “AntZ” superó con creces tanto a nivel artístico como económico a “Bichos”. Estaba claro que en la partida de la animación digital, Dreamworks se estaba llevando la palma, sobre todo cuando “Shrek” apareció.
En cambio en la animación convencional –esto es, en 2 dimensiones- la cosa no estaba del todo clara: los intentos de “El príncipe de Egipto”, “La ruta hacia el dorado” o “Spirit, el corcel indomable” no lograban replicar el éxito Disney, puesto que era más una apuesta para el público semi adolescente, y además ya no había números musicales. Pero algo fallaba; quizás era la falta de adscripción a un género, quizás era que la moda de la animación había pasado, o quizás era, que sencillamente, las cosas no se hacían con el mimo y esmero que tenian los filmes de la compañía de Mickey Mouse hasta “La bella y la bestia” o “Hércules” –cuya preparación duraba años, cosa que ya no se hace por motivos de marketing y productividad… craso error que están pagando-. Pero cuando todo estaba perdido, aparece este film que rescata no sólo la tradición más pura del cine de aventuras de Hollywood –con los modelos de Burt Lancaster y Erroll Flynn como guías- sino que además homenajea todas esas maravillosas películas de piratas donde el rico dibujo de personajes creaba carismáticos momentos inolvidables para el espectador. El magnifico guión escrito por John Logan –que también escribió “Gladiator”- sitúa a un Simbad en busca del libro de la Paz, un mítico manuscrito con el que se hará rico, pero la Diosa Eris se interpondrá en sus planes, así como su íntima amistad con Proteo, un príncipe oriental. Impresionante banda sonora, alucinantes efectos visuales, en una simbiosis perfecta de animación tradicional y digital, para un film que tiene una enorme capacidad de disfrute para todos los públicos, uniendo entretenimiento y unas acertadas notas de humor. El único elemento negativo es la sustitución del plantel de voces originales por las de los chicos de “Un paso adelante”, que serán muy famosos, pero que de doblaje no tienen ni idea.