Ficha película

Título:
Los reyes del crimen
Director:
Demian Lichtenstein
Intérpretes:
Kevin Costner, Kurt Russell, Ice-T, Courteney Cox, Christian Slater, David Arquette, Kevin Pollak, J
Calificación:
Crítica

Las películas de atracos han tenido últimamente un renacimiento completamente inesperado: filmes como “Operación Reno” o “Ocean’s eleven” han renovado notablemente este género que parecía completamente desaparecido, tras el toque casi naïf de películas como “El golpe”, muy imaginativas argumentalmente, pero completamente falsarias, porque el crimen los “malos” –como se autocalifican en la película que nos ocupa- ni tienen compañerismo, ni código de honor alguno: lo único que existe es el “sálvese quien pueda”, donde el más brutal, salvaje e inmisericorde es el que sale adelante por encima de todos y todo. Con esta negra reflexión, este director llegado del mundo del videoclip ha dirigido una película hosca y bronca, donde la figura de Elvis Presley, el Rey del Rock and Roll, es casi otro protagonista más, escindido en dos personajes: el uno, duro, salvaje, cruel, y viviendo siempre peligrosamente en el límite, un auténtico rebelde; el otro, imbuido por la ternura y el sentimiento, igualmente duro, pero capaz de enternecerse tal y como lo hacía “el rey” cantando “Love me tender”. Ambas caras de la moneda no son más que dos compañeros de cárcel, que deciden perpetrar el que será el robo de sus vidas y que les retirará del “negocio”: vestidos como Elvis, ellos dos y tres compinches más asaltarán el casino Riviera de Las Vegas, aprovechando la convención anual de Elvis. Claro que los planes, tratándose de estos peculiares personajes, todos ellos convictos y forzados a sobrevivir en las condiciones más adversas, nunca van a salir como se plantearon, y después del atraco, prevalecerán los intereses personales a los del grupo…
Resulta divertido ver a Russell volver a interpretar la personalidad de Elvis, cosa que ya hizo en un biopic dirigido por John Carpenter y por el que ganó un premio “Emmy”, no sólo por tu registro actoral, sino por su sorprendente capacidad de imitar cantando a Presley. Ahora Russell tiene que apostillar lo más duro de su personalidad para enfrentarse a un Kevin Costner que realiza el singular papel de su vida, convirtiéndose en el malo más malo, psicopático, amoral e indómito criminal que uno pueda recordar en la historia del cine, dejando al Robert de Niro de “El Cabo del miedo” a la altura de Sor Ángela.
Aunque haya un exceso de pretenciosidad en la factura del film –el director echa mano de todos los recursos posibles para dar un toque “creativo” a la evolución dramática del film- se nota la falta de experiencia del director, que a veces pierde el norte en el segundo acto, pero que sabe manejar bien una historia que puede ser tan poética, salvaje y romántica como cualquier canción de Elvis, que al parecer, nunca morirá.


Federico Casado Reina



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