Ficha película

Título:
El Raid
Director:
Djamel Bensalah
Intérpretes:
Hélene de Fougerolles, Roschdy Zem, Josiane Balasko, Atmen Kelif, Lorànt Deutsch, Julien Courbey, Gé
Calificación:
Crítica

Con la consabida crisis en el cine español, más nos valdría mirar un poco hacia arriba, comprobando la producción que los franceses abarcan con su cinematografía: si bien es cierto que es un cadena en la que se implican todos los estamentos públicos y privados –desde el Gobierno a simples inversores que pueden ganar dinero o ahorrárselo de pagar a hacienda…- no es menos cierto que las productoras son capaces de generar productos lo suficientemente atractivos como para que el espectador francés prefiera antes un film de su propio país, a otro de Hollywood, como suele pasar en casi todo el resto del mundo. Aparte del famoso “chauvinismo”, que hace tener una implicación personal a todo lo que atañe a un país… ¿Dónde está la clave para tal éxito? ¿Serán los guiones? ¿Acaso los actores…?


Lejos de plantearnos disquisiciones bizantinas, lo cierto es que la producción en Francia es capaz de abordar todo tipo de cinematografía, desde el cine histórico a la comedia, pasando por el melodrama, y, como tiene que ser, por el simple cine de entretenimiento y acción, salpicado por notas cómicas. Estamos hartos de recibir productos de estas características desde las productoras norteamericanas así que… ¿por qué no hacerlos nosotros, aquí en Europa? Esa parece haber sido la consigna que se han marcado en Francia, generando filmes como “Asterix y Obelix”, “Los visitantes”, “Taxi” y finalmente el que nos ocupa, “El raid”, una delirante visión a esas competiciones de deportes de riesgo donde alguien paga una millonada por irse a la otra punta del mundo para estrellarse con un todo terreno, bajar por un rio en una enclenque barcaza a 100 km/h, o escalar con las manos desnudas un risco a 500 metros de altura. Con esa filosofía, el realizador ha sabido construir eficazmente un guión que además mezcla a unos sicarios torpones con la misión de matar a una angelical mujer, que luego resulta ser la prima aventajada de Indiana Jones, capaz de hacer “rafting” desde un helicóptero mientras se pinta las uñas o submarinismo entre una manada de tiburones.


La evidente vocación comercial del film no ha de ser un menoscabo en sus planteamientos, ya que la honestidad está presente desde el cartel mismo de la película avisando y animando al espectador para participar en una divertida y liviana aventura. Ha sido también un acierto la elección del reparto, especialmente Hélene de Fougerolles, una especie de princesa-aguerrida-aventurera, tan insólita como divertida. Una brillante muestra que el cine de acción y aventuras no es patrimonio exclusivo de Hollywood.


Federico Casado Reina



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