Ficha película

Título:
A todo Gas 2
Director:
John Singleton
Intérpretes:
Paul Walker, Tyrese, Eva Mendes, Cole Hauser, Ludacris, Thom Barry, Devon Aoki.
Calificación:
Crítica

Desde que los coches tienen un significado más social que realmente “útil” –así entrecomillado-, ha nacido toda una simbología. Antes el coche era una especie de emblema de libertad, de capacidad para desplazarse. Pero progresivamente se ha convertido en una forma de diferenciarse del resto, y de conseguir que el mismo coche, pueda convertirse en una prolongación de la personalidad. Ahí es donde nace el fenómeno “Tuning” -o lo que es lo mismo, “afinar” o “poner a punto” en español-, capaz de convertir un utilitario en un supervehículo con GPS, sobrealimentación de óxido nitroso controlada por microprocesadores, ruedas de fórmula uno, asientos de competición y, para colmo, un megaequipo multimedia de Video-sonido con miles de Watios de potencia. Dicho fenómeno ha hecho una honda mella en la juventud contemporánea de todo el mundo, y ya no es nada raro que los talleres de ITV estén casi permanentemente homologando coches con suspensiones especiales, luces de neón en los bajos del coche, o pasos de rueda sobreelevados. Por eso, los productores se frotaron las manos cuando sacaron a la luz “A todo gas”, y ahora han vuelto a acertar, creando un producto a la medida justa de sus potenciales consumidores, que disfrutarán ávidos de una ración de espectacularidad a lomos de un coche “tuneado” –que no un buen deportivo de serie, que es muy sosito…-; el argumento es igual de pobre que el de la primera parte –un expolicía tiene que seguir trabajando con el FBI para cazar a un narcotraficante de Miami, conduciendo a toda velocidad coches impresionantes-, pero las imágenes son el doble de espectaculares.


En realidad, todo este fenómeno del “tuning” no es otra cosa que hacer asequibles a más gente coches de infarto, que de serie costarían mucho más de lo que podrían permitirse, y eso es tan lícito como cualquier otro entretenimiento. Pero, siendo el cine la fábrica de sueños… ¿porqué no soñar ya a lo grande? ¿porqué conformarse con un utilitario reciclado en Fórmula uno, cuando podemos diisfrutar de la experiencia de un Porsche o un Ferrari a 260 km/h y sin ser multados? Bueno, pues aún así, este film está causando furor entre todos los aficionados a este verdadero fenómeno sociológico. Por eso el argumento, los actores, el guión y el resto del film es completamente irrelevante: lo verdaderamente importante son los coches, la velocidad, la música techno a toda pastilla, y las chicas y los chicos guapos que los conducen. Pero hay que saber diferenciar lo que puede –y debe- ser un disfrute de dicho espectáculo y no intentar vivirlo en la realidad, como trágicamente ha sucedido en Estados Unidos en el estreno de este film, que desde luego no es responsable de dichas tragedias, pero ha sido un coadyuvante más.


Federico Casado Reina



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