Ficha película

Título:
El Furgón
Director:
Benito Rabal
Intérpretes:
Carlos Fuentes, Sancho Gracia, Pablo Carbonell, Elsa Pataky, Aitor Mazo, Manuel Galiana, Luis Cuenca
Calificación:
Crítica

Las buenas intenciones, si no se mantienen o se malogran, se quedan en nada. En el cine, también hay que tener en cuenta el lenguaje propio y que lo realmente importante, lo que hace una película, no son las buenas ideas, sino el desarrollo de las mismas, su articulación dramática, que nos hace sentir, vibrar y realizar un viaje hasta conocer mejor los personajes y sus motivaciones para actuar de una determinada manera.
El arranque del film es una situación divertidísima y con grandes posibilidades para la comedia, en la que un carterista sesentón, un macarra de barrio y un pobre diablo que ha nacido y vivido toda su existencia en la cárcel, coinciden en un furgón camino de la prisión del Puerto de Santamaría. Como los hados les son favorables, un accidente les libera de su cautiverio, y a partir de entonces, como cabría esperar, se meten en líos cada vez más grandes hasta llegar a enfrentarse con la mafia rusa. A partir de entonces, parace que el guión se va progresivamente desinflando hasta llegar a situaciones muy previsibles, llenas de tópicos y mal planteadas.
La solidez de Sancho Gracia, la comicidad de Pablo Carbonell o la frescura de los jóvenes Fuentes y Pataky no consiguen sumar el componente añadido a la película, quedándose en meras anécdotas ante una historia que se queda huérfana de originalidad y que salvo el arranque, tiene poco interés. Lamentablemente, a pesar de los denodados esfuerzos del director y autor en dinamizar la historia con una realización ágil, la falta de presupuesto resulta evidente y lo que deberían ser secuencias de acción trepidantes, son verdaderas caricaturas del buen cine de acción, rayano en el más espantoso de los ridículos.
Eso sí, hay momentos verdaderamente entrañables, en los que los actores imprimen todo su talento en encrucijadas dramáticas que son resueltas con soltura y elementos inteligentemente ubicados en los nudos argumentales más importantes del guión. También descubrimos a un Sancho Gracia más abuelete y cómplice que nunca, olvidada la habitual pose arrogante del perfil del personaje que le ha marcado en toda su carrera profesional. La versatilidad de Gracia, junto con el humor de Pablo Carbonell son los mejores elementos de una película voluntariosa, pero insuficiente en su vocación de atolondrada comedia hispana, de tintes apasionados y con una reflexión social implícita sobre el destino y motivo de los que están fuera de la ley, unos por vocación, otros por obligación y otros por devoción.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web