Ficha película

Título:
Relaciones Confidenciales
Director:
Daniel Algrant
Intérpretes:
Al Pacino, Kim Basinger, Ryan O\'Neal, Tea Leoni, Richard Schiff, Eli Wurman
Calificación:
Crítica

No hace demasiado tiempo, veíamos absortos cómo la imagen y la comunicación se podía manipular hasta el punto que nuestras ideas preconcebidas de algo, por férreas que fueran, podían cambiarse con unas determinadas imágenes a tiempo. Así, los gabinetes de prensa, relaciones públicas, y gabinetes de imagen obran verdaderas maravillas en el mundo moderno, consiguiendo que un político sin carisma alguno gane unas elecciones de forma arrolladora, o que un escandalo sexual sea olvidado desviando la atención a un conflicto bélico inesperado. “Cortina de Humo”, dirigida por Barry Levinson con un guión demoledor del genial dramaturgo David Mamet ponía en tela de juicio todo el escándalo Lewinsky en la Casa Blanca, desvelando que un buen asesor de imagen es tan importante como un buen médico o un buen abogado.
El director de la mediocre “Desnudo en Nueva York” quiere dar un paso más allá, y realizar la biografía apócrifa de Robert Zarem, más conocido por “Bobby Z”, un creativo y publicista neoyorquino que estuvo relacionado con la flor y nata de la sociedad norteamericana, moviendo los hilos en la sombra para elevar o tumbar la imagen de las estrellas. El protagonistat de “Relaciones confidenciales” es un otoñal relaciones públicas que antaño estuvo en la cresta de la ola y que ahora, sencillamente, “ha pasado de moda” –algo muy corriente en una sociedad mediática, no ya la norteamericana, sino la española, y miren si no “Hotel Glam”, que lo que hoy es fulgor, mañana es hedor... ¿o no lo era siempre?-. Una situación delicada con uno de sus “representados” le pone en el ojo del huracán de una investigación policial, con un cadáver por medio. De esa forma el protagonista podrá comprobar lo corta que es la agende de los amigos fieles que están dispuestos a ayudar en los momentos más comprometidos…
De clara formación –y vocación- televisiva, el realizador parece que esté dirigiendo un telefilme de denuncia social, más que un film lleno de estrellas como Pacino o Kim Basinger, tornando en verdaderamente aburrida una trama que podía habers dinamizado notablemente con algunos puntos de atención bien distribuidos –como la influencia económica o política, el poder policial, etc.-. En cambio el realizador desaprovecha una historia jugosa para realizar una errática y superficial –cuando debería ser justo lo contrario- mirada al mundo de las apariencias, y la alta sociedad, esa que vive tan arriba, tan arriba, que todo tiene que ser perfecto, y un solo error es motivo para bajar de ese Olimpo artificial a los nuevos semidioses mediáticos de una sociedad ciertamente ávida de mitos, héroes y monstruos.


Federico Casado Reina



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