Ficha película

Título:
La balsa de piedra
Director:
George Sluizer
Intérpretes:
Federico Luppi, Diego Infante, Icíar Bollain, Gabino Diego, Ana Padrao
Calificación:
Crítica

El genial creador y visionario Luis Buñuel pudo recrear a principios de siglo en el celuloide todo un universo de creatividad irrefrenable, mezclando el surrealismo visual de Dalí y otros genios de su generación en la estructura argumental de una película inolvidable, “El perro Andaluz”, y que ya permanece en la memoria de todos los cinéfilos del mundo. Como obra experimental, como aportación artística indiscutible, Buñuel reescribió la historia del cine, ajustándola con eficiencia a la expresión artística. Pero, desgraciadamente, en la actualidad las salas de cine tienen poca o ninguna cabida para la capacidad artística y creativa: la originalidad ha de supeditarse, necesariamente, a un nivel de entendimiento y comunicación en el que los espectadores puedan esteblecer una complicidad con el realizador y el autor, so pena de aburrirse soberanamente con una serie de claves que únicamente conoce el que ha hecho la película –y sus amigos, generalmente-. A este problema, que sin duda tiene “La balsa de piedra”, película- se une otro añadido no menos importante: estamos ya casi hartos de ver cómo muchos elementos literarios no tienen un correlato cinematográfico. Sencillamente, muchos de los recursos estilísticos y poéticos que en un libro hacen sonreír al lector con una cierta connivencia, en cine resultan ridículos, por menos que incomprensibles.
El relato de Saramago plantea que un buen día, la Península Ibérica se separa de Europa por los Pirineos, y que varias personas viven acontecimientos casi mágicos debido –u originado, quién sabe- por esta situación: un hombre que lanza una piedra enorme casi sin esfuerzo, otro al que siguen una bandada de pájaros, allá por donde vaya, un farmacéutico que nota temblar la tierra y dos mujeres, una que no puede borrar las rayas en la tierra que pinta y la otra que no puede terminar de desenmarañar un ovillo de lana. Todo esto en literatura puede funcionar, resulta original, entrañable y lírico. Pero ¿en cine? Pues en cine resulta algo increíble, incomible para el espectador, porque para empezar, la película intenta tener un tono lo más “realista” posible. Y si es realista, pues han de explicar porqué la piedra se lanza, porqué los pájaros vuelan… o porqué se separa la Península Ibérica de Europa –como si esto fuera una película yanqui del estilo de “Volcano”, vamos-. Pero que las cosas sucedan, sencillamente porque sucedan, -como en varios diálogos del film, realmente risibles- es un completo despropósito. Y si encima, se echa mano de la lírica, la retórica y la poética para explicar, lo que resulta inexplicable, pues apaga y vámonos. Lo que resulta más chocante, es ver el encomiable esfuerzo de unos actores por hacer lo imposible para que nos creamos sus papeles.


Federico Casado Reina



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