Ficha película

Título:
Matrix Reloaded
Director:
Larry y Andy Wachowski
Intérpretes:
Keanu Reeves, Laurence Fishburne Carrie-Anne Moss, Monica Bellucci, Gloria Foster, Jada Pinkett, Hug
Calificación:
Crítica

Está claro que a nadie le amarga un dulce. Pero ¿y si en vez de un dulce, uno tiene que comerse veinte? La cosa no está tan clara. Los Wachowski prometieron que la segunda parte de “Matrix” iba a tener más acción, más efectos especiales, más de todo en general. Y han cumplido, pero se han pasado tres pueblos, en todos los sentidos: se han pasado intentando dar una explicación seudomística demasiado profunda a una pelicula que es lo que debería de ser, una especie de carrusell sin fin lleno de efectos visuales, una de esas películas para comer palomitas, beber refrescos y disfrutar en el cine. Pero ¡ay! Hasta de eso se cansa uno: la mesura –y más en una película de estas características- debería de haber sido mayor, porque una secuencia de acción espectacular, bien planificada, bien estructurada y espectacularmente filmada, cuando pasa de los quince minutos de duración, llega a resultar aburrida, y ya no provoca esa sensación de fascinación que debería tener ¿se imaginan que uno se montara en la montaña rusa, y el viaje en vez de durar 2 minutos, durara 20? Pues o bien echa uno hasta los higadillos vomitando, o bien, llegará un momento en que la tolerancia al espectáculo y las sensaciones lleguen a aburrir.
Ahora Neo es un guerrero más de los que luchan por la libertad de los humanos, en un mundo asolado y controlado por las máquinas. Convertido en una especie de mesías por muchos, en la realidad virtual de “Matrix” se ha convertido, del tirón, en una especie de Supermán vestido con sotana, que es capaz de hacer hasta lo más increíble, entre otras cosas, volar como el mismísimo hombre de acero. En esta situación, se nos muestra una especie de lucha política por el poder de una sociedad –la real- organizada en la última ciudad humana, Zion, que ahora es acosada por los robots cazadores. Y como no puede ser de otra forma, la última batalla por la libertad, además de en el mundo real, tendrá lugar en “Matrix”, que encima tiene no sólo al famoso Agente Smith –ahora convertido en “Líbero” y obsesionado con acabar con Neo- sino con dos gemelos albinos que se pueden desintegrar a placer. El problema del guión, es que la única capacidad de sorpresa que ha conservado, es la del diseño y la dirección artística –eso sí, cuidadísima- y el de las secuencias de acción, porque argumentalmente, resulta bastante tosco y cuando intentan dar una vuelta a la tuerca de la historia –Neo llega a hablar con el mismísimo “arquitecto” de “Matrix”- es insufriblemente denso, incomprensible y de una verborrea pretenciosa, a camino entre una clase de física cuántica y otra de metafísica, literalmente. Y el problema es que se termina uno aburriendo, porque las secuencias de acción ya la hemos visto en los traylers, y el resto, casi está puesto en la película para hacer tragar el mensaje pseudo-religioso. Pero eso sí, todos están más vacilones que nunca, con sus nuevas ropas ¿no habrán pensado los Wachowski en meterse a diseñadores de moda?


Federico Casado Reina



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