Ficha película

Título:
Sin motivo aparente
Director:
Bob Rafelson
Intérpretes:
Samuel L. Jackson, Milla Jovovich, Stellan Skarsgard, Doug Hutchinson, Grace Zabriskie, Joss Ackland
Calificación:
Crítica

Dashiell Hammett ha sido uno de los grandes creadores de universos literarios. Unos universos poblados de todo el regusto detectivesco y de hondo pesar vital, donde unos personajes descreidos de la sociedad, intentaban sobrevivir atisbando una luz de esperanza a la bondad humana. El creador de Sam Spade ha vuelto a la gran pantalla, en esta ocasión de la mano de Bob Rafelson, un realizador que ya revolucionó las pantallas hace unos años con una tórrida versión de “El cartero siempre llama dos veces”. Rafelson además también ha demostrado moverse con agilidad en el género del cine negro, con una apreciable aunque injustamente olvidada “Sangre y vino”, retratando un barroco universo poblado por buscavidas sin escrúpulos. La historia de Hammett da el pistoletazo de salida perfecto para este film, que arranca con solidez: un policía diabético se ve metido casi por azar en medio de un robo de grandes dimensiones, que va a perpetrar la banda más desastrada jamás vista en la historia del cine, con dos jubilados, una ex niña prodigio del bloque soviético, un psicópata y lo más divertido, un “cerebro” de la organización que aparenta mucha más inteligencia de la que realmente tiene.
El gran problema de la película, además de tener un ritmo bastante desigual, es no conseguir mostrar los personajes de forma creíble: aunque los guionistas han realizado un esfuerzo titánico por situar cada carácter en la actualidad, a base de contemporizar los han hecho increíbles, falsos. Algo parecido sucede con el guión, que parece evolucionar para poder explicar todas y cada una de las motivaciones de los protagonistas, más que por una coherencia argumental. Los elementos de tensión están muy bien ubicados en la historia, pero no producen el mismo impacto en cada uno de los puntos de giro de una historia que mezcla también una imposible pasión entre el policía protagonista y una bellísima Milla Jovovich que por primera vez en su carrera, realiza un papel de calado dramático importante.
Sin lugar a dudas, el gran peso específico de la historia es Samuel L. Jackson, que dota de gran credibilidad su interpretación, demostrando una notable versatilidad en una trayectoria dramática cada vez más rica en matices. A pesar de que el cine negro siga vigente, a veces es mejor no experimentar y dejar los tópicos tal y como están, al igual que hace David Mamet –el gran heredero de este género-, porque, no nos olvidemos, los tópicos no son más que verdades repetidas, y aunqeu cambien los marcos de referencia, las modas y la estética, las historias son siempre de buenos, malos, y malos que quieren redimirse y, sencillamente, sobrevivir como puedan.


Federico Casado Reina



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