Ficha película

Título:
Palabras Encadenadas
Director:
Laura Mañá
Intérpretes:
Dario Grandinetti, Goya Toledo, Fernando Guillén, Eric Bonicatto
Calificación:
Crítica

Pocas veces se ha esperado con tanto interés la segunda película de una directora, ya que “Sexo por compasión” fue un film entrañable, mucho más profundo de lo que parecía en un primer momento, y con un sentido narrativo muy desarrollado. Por eso ha sido completamente sorprendente que la siguiente cinta de Laura Mañá no solamente ha cambiado radicalmente de género, en un malsano y enrarecido “Thriller” de tintes psicológicos, sino que además no ha sido un proyecto suyo, sino un encargo de Julio Fernández, máximo capitoste de “Filmax”, que quedó fascinado con la obra teatral del mismo nombre estrenada en Barcelona. Asociándose en una insólita y a la vez curiosa colaboración, el productor y director teatral Carlos Fernández y el ya mencionado Fernández, han hecho realidad una película que va más allá de la relación que existía entre Clarice Starling y Hannibal Lecter en “El Silencio de los Corderos”: en “Palabras encadenadas”, un asesino en serie secuestra a una psiquiatra, a la que va contando todas y cada una de sus fechorías, con la mayor frialdad y para colmo, le da la oportunidad de escapar si es capaz de ganarle al juego de las palabras encadenadas.
Uno de los mayores aciertos del film, es la elección de Dario Grandinetti como el psicópata inmisericorde, cuyos planes cambian con la velocidad del pensamiento, llegando a construir un huidizo compendio de historias imposibles de comprobar e imposibles de enmarcar en lo puramente real o en el delirio de un enfermo. La capacidad del actor argentino deja completamente epatado al espectador, en una magistral interpretación. Tras verle, uno se convence que el actor estaría soberbio aunque leyera los ingredientes de un paquete de chicles. En cuanto a Goya Toledo, hace en este papel su más intenso personaje, a la vez víctima y verdugo, juez y acusada, todo un reto del que la actriz protagonista de “Amores Perros” sale airosa con mucha holgura.
Pero el verdadero hallazgo del film, es la propia Laura Mañá, convertida en una solidísima directora capaz de afrontar cualquier proyecto con una notable versatilidad. Aunque a veces se note demasiado su origen teatral, “Palabras encadenadas” es un curioso ejercicio que, en un claro homenaje a Hitchcock, como la propia directora reconoció en el Festival de Cine Español de Málaga, consigue manejar con gran habilidad todo un juego de verdades y mentiras, de dudas y certezas, necesarias para poder aguantar un cruel y duro juego en el que la vida puede perderse con la misma facilidad con que se pierde a un juego infantil.


Federico Casado Reina



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