Ficha película

Título:
La Prueba
Director:
Roger Donaldson
Intérpretes:
Al Pacino, Colin Farrell, Bridget Moynahan, Gabriel Macht, Mike Realba, Domenico Fiore, Karl Pruner,
Calificación:
Crítica

El mundo de los espías ha sido visto mil veces en la gran pantalla. Entre Graham Greene, Ian Fleming y Tom Clancy, más recientemente, nos han desgranado buena parte del “modus operandi” de estos personajes, hasta el punto que uno ya no se puede imaginar cómo pueden permanecer en secreto. Obviando la novelería de James Bond –curiosamente, un espía que todo el mundo conoce, saludándolo con una reverencia…- se han sucedido numerosas películas como “El sastre de Panamá” donde hemos visto con mucha mayor realidad la verdadera vida de estos funcionarios estatales, que ni disfrutan de sueldos millonarios, ni conducen deportivos impresionantes, y por supuesto, tienen una vida emocional bastante adversa.
Al igual que Robert Redford guiaba a Brad Pitt en “Spy Game”, ahora le ha tocado el turno a Pacino –que ya tiene experiencia como Pigmalión, recuerden si no “Donnie Brasco”, “El abogado del diablo”, “Un domingo cualquiera” e incluso “El dilema”- a la hora de entrenar a un problemático Colin Farrell en los entresijos de la CIA, nada más y nada menos. Una inacabable selección humana comandada por los intereses más secretos y oscuros que jamás pudiera alguien imaginar. Todo en pos de conseguir al agente secreto perfecto, al inquebrantable, agudo e inmisericorde hombre capaz de traicionar a su propia familia con tal de conseguir la misión que se le ha encomendado, sin dudar un solo segundo. De esta forma, el juego de fidelidades, infidelidades, verdades y mentiras se va suciendiendo hasta niveles realmente electrizantes, consiguiendo una notable sensación de crispación pocas veces vista en este género, ya de por si bastante examinado. Por ello, nos encontramos con un film bastante original, y real como la vida misma –incluso ha contado con un asesor de la mismísima agencia de inteligencia norteamericana para dar “realidad” al guión-.
Donaldson ya demostró estar en muy buena disposición para el género del espionaje en un film realmente brillante e injustamente olvidado, porque “No hay salida”, además de ser quizás el mejor trabajo de Kevin Costner, lograba sorprender en todo momento con un fresco guión que reinterpretaba la situación política de la época, así como la “Guerra Fria”. El guión tiene solamente un pequeño bache hacia la mitad de la narración, pero pronto vuelve a recuperar el pulso hasta un final tan ingenioso como inesperado. Un film a todas luces recomendable, que nos muestra con mucha mayor objetividad la vida de los espías, que generalmente no beben martini con vodka –permitiéndose incluso hacer una broma con la bebida- pero que igualmente, sufren de las mayores emociones y han de demostrar la mayor de las templanzas.


Federico Casado Reina



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