Ficha película

Título:
Planes de boda
Director:
Adam Shankman
Intérpretes:
Jennifer Lopez, Matthew, McConaughey, Bridgette Wilson, Justin Chambers, Judy Greer, Alex Rocco, Joa
Calificación:
Crítica

Cuando una de las llamadas “fórmulas magistrales” del cine funciona en la industria de Hollywod –véase, películas de colegas “Buddy Movies” tipo “Arma letal”, ahora películas con artes marciales, como “Matrix”, “Romeo debe morir”, etc.- ésta se aplica hasta que la gallina de los huevos de oro está lo suficientemente exhausta como para promover otra moda y hacer que los espectadores se olviden por un tiempo del género, que seguro volverá. Desde que los clásicos del cine, como Cukor, Capra o Hawks inventaran dicha fórmula, la de la comedia romántica, innumerables y excelentes peliculas encumbraron a figuras como Cary Grant, Katherine Hepburn o Spencer Tracy, que se movían habitualmente en un tipo de cintas que mezclaba a partes iguales el amor y la comedia. Desgraciadamente, las actuales herederas del género dejan bastante que desear, y desmerecen por completo filmes como “La fiera de mi niña” o “La costilla de Adán”.
A la zaga de películas como la norteamericana y facilona “La boda de mi mejor amigo” o en mejor medida la británica “Cuatro bodas y un funeral” o la australiana y brillante “La boda de Muriel”, la nueva cinta protagonizada por la cantante de origen portorriqueño Jennifer Lopez plantea la disquisición de toda la vida: una encantadora chica soltera que ya ha dado por perdidas sus ilusiones para casarse –y que paradójicamente, se dedica a planear las bodas de los demás con una precisión milimétrica- encuentra al hombre perfecto con el que compartir su vida, pero por los avatares del destino, su amor es imposible... al menos, de momento. Aunque nadie duda de cómo terminará la historia –con perdices incluidas, claro...-, la fórmula está tan literalmente aplicada en la primera película del coreógrafo y bailarín Adam Shankman, que llega a chirriar. No obstante, hay elementos positivos en el film, como la química surgida entre McConaughey y Lopez o algunos “gags” que tienen su gracia.
Pero me resulta tremendamente paradójico que la sociedad que más número de divorcios tenga del mundo realice loas tan sistemáticas y continuas para ensalzar el matrimonio. ¿Estamos ante una campaña conservadora sobre las virtudes nupciales o, como apesta el producto, ante el deliberado intento de encumbrar a Jennifer Lopez como estrella de Hollywood? Si es lo primero, todavía podría tener un pase si los guionistas se lo curraran un poquito más, pero en el caso de lo segundo... que Doña Jennifer siga cantando y que no nos ponga más caritas tiernas, que la tenemos muy vista.


Federico Casado Reina



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