Ficha película

Título:
El Sueño de Valentín
Director:
Alejandro Agresti
Intérpretes:
Julieta Cardinali, Carmen Maura, Rodrigo Noya, Jean Pierre Noher, Carlos Roffé, Lorenzo Quinteros, F
Calificación:
Crítica

Con un gran componente autobiográfico, Alejandro Agresti nos trae un nuevo film que indudablemente es directo heredero de todo el realismo mágico más puro de la historia del cine. Una película indudablemente suya, manifiestamente personal, hasta el punto que el propio autor interpreta al padre díscolo del protagonista del film.
La historia se centra en Valentín, un chico de ocho años que vive con su abuela, tras la desaparición de su madre y el descuido de su padre, que viaja trabajando precariamente, en plenos años setenta. Su única obsesión es convertirse en astronauta, para lo que se entrena duramente, y soportar las diversas novias que su padre se echa, hasta que un buen día conoce a Leticia, una deliciosa chica que se convertirá en su “madre adoptiva”, al igual que su amigo Rufo –un desastrado pianista- se convertirá en su “padre adoptivo”.
Con una impresionante recreación de la Argentina de los setenta –en plena dictadura-, Agresti ha tenido la encomiable capacidad de sumirnos en el particular universo de fantasía del protagonista, que lleno de sueños e ilusiones, intenta sobrevivir a su propia situación personal y familiar. Aunque las referencias más obvias podrían haber sido las de “Cinema Paradiso”, este film las supera con creces, dando una vuelta más a la tuerca de la historia, y entrando mucho más profundamente en la psicología de los personajes, que dejan de ser monigotes realizados a base de tópicos –como “Toto”, obsesionado con el cine- y comienzan a ser personas con todas las miserias y las grandezas propias del género humano. A pesar de retratar todo con una sensibilidad exquisita y su particular sentido del humor, Agresti realiza una crónica de fondo sobre la depresiva realidad social de la Argentina de los setenta con una lucidez inspirada. Ganador de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián por “El viento se llevó lo que”, este director tiene una desigual filmografía y un muy personal universo cinematográfico, que traslada a todas sus películas –especialmente acertadas son “El Acto en cuestión”, “El amor es una mujer Gorda” o “Buenos Aires viceversa”-, pero en esta ocasión se supera a sí mismo realizando la que indudablemente es su mejor película: a pesar de ciertos fallos en el ritmo del film y en el registro de algunos de sus actores –especialmente Carmen Maura, algo forzada en su personaje-, el film es todo un hallazgo, como lo ha sido el de su actor principal, el niño Rodrigo Noya, que es capaz de fascinar con su intensa y tímida mirada filtrada por unas enormes gafas. En definitiva, un film entrañable, evocador y fascinante en su resolución, cercana al espíritu de la esperanza e ilusión del protagonista, que teniendo una vida mundana no demasiado fácil, desea ser astronauta para escaparse a otro universo lleno de estrellas.


Federico Casado Reina



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