Ficha película

Título:
Soldados de Salamina
Director:
David Trueba
Intérpretes:
Ariadna Gil, Maria Botto, Ramón Fontsére, Joan Dalmau, Diego Luna, Luis Cuenca.
Calificación:
Crítica

Hay que congratularse siempre que un autor ha crecido. Cuando hablo de “crecer”, me refiero a su visión personal de la obra que transmite, al manejo de un lenguaje y un dominio de los sentimientos que quiere compartir con la audiencia que mira –y admira- su obra. David Trueba, hermano de Don Fernando, que ganó un Oscar por “Belle Epoque”, ha estado trastabillando hasta que ha terminado de encajar con este film, que resulta maduro, intenso, y sobre todo emocionante: ha tenico la lucidez y capacidad suficiente como para apasionarse en la justa medida, recreándose en los momentos justos y agilizando más el relato cuando lo requiere. Si además todo ello lo hace adaptando una novela, aún tiene más mérito. Y si encima, la novela trata de un episodio de la Guerra Civil, casi parece un acto de acrobacia malabarística. Pero David Trueba no sólo sale airoso de la finta, sino que además logra crear una de las películas más interesantes del cine español de los últimos tiempos, tanto a nivel argumental –manejando con un dominio simpar los tiempos narrativos- como a nivel formal, con una factura deslumbrante para la actual producción española.
La historia se centra en una bella escritora, profesora y periodista –el director ha cambiado el sexo del protagonista literario de Cercas- que descubre, casi fortuitamente, un acontecimiento fascinante: durante la Guerra Civil el ideólogo falangista Rafael Sánchez Mazas iba a ser fusilado en el frente republicano catalán, pero logró escapar por el bosque, y un joven miliciano que le buscaba le dejó escapar. A partir de entonces, la fascinación de los personajes no sólo embarga a la protagonista de la película, sino también a toda la audiencia, embarcándonos en un turbador relato lleno de claves históricas muy bien encajadas. Otro gran acierto de David Trueba ha sido mezclar milimétricamente la técnica documental con la de ficción, logrando un notable ritmo interno, balanceando en todo momento las motivaciones de cada personaje, tanto los reales –que participan en la historia- como los imaginarios.
El mascarón de proa del film es la bellísima Ariadna Gil, que borda el papel de periodista atormentada, que consigue exorcizar sus propios fantasmas en el crecimiento personal a la hora de escribir un relato. Magistral en su interpretación, echamos de menos su presencia en el cine español. Especial mención merece igualmente Ramón Fontsére, habitual de la escena teatral catalana, que también recrea a Rafael Sánchez Mazas tanto física como interpretativamente. Una película realmente bien construida, brillante y profunda, que demuestra la valía de otro Trueba que también se ha convertido definitivamente en maestro.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web