Ficha película

Título:
Las horas
Director:
Stephen Daldry
Intérpretes:
Nicole Kidman, Julianne Moore, John C. Reilly, Meryl Streep, Ed Harris, Stephen Dillane, Toni Collet
Calificación:
Crítica

Que el ser humano es social, no vamos a descubrirlo. Los grandes genios del arte, en todas sus disciplinas, siempre han tenido un gran componente de introspección y ni siquiera aquellas personas que elegían para vivir junto a ellos, podían compartir todo su particular universo. Muchos de esos artistas se volvían cada vez más huraños y poco comunicativos, incluso llegando al más completo aislamiento –aún estando rodeados de gente- y posteriormente, a la locura.
Desde Mozart hasta Hemingway o Madame Curie, muchos genios de muchas disciplinas han recorrido el calvario que supone ser “especial” frente al resto de los mortales. La genial escritora Virginia Woolf era uno de esos seres “especiales” tocados por un talento inigualable, pero igualmente condenados a la infelicidad permantente. La novela de Cunningham, que ganó el premio Pulitzer en 1999 desentrañaba perfectamente las claves no sólo de la vida de Woolf, sino también de buena parte de la sociedad occidental, empeñada en representar falsamente una vida “perfecta”, para luego sobrevivir a las “horas” –como reza el título- en las que no se tiene que representar nada y se está terriblemente solo consigo mismo. La ubicación temporal de tres líneas narrativas diferentes, aunque dos de ellas concurrentes, consigue agilizar notablemente el relato, enriqueciendo un clásico “biopic” sobre Virginia Woolf. Mientras que la escritora escribe su famoso libro “Mrs. Dalloway” en 1923, vemos paralelamente una sufrida esposa en 1951, y otra mujer que en 2001 intenta organizar un homenaje a un poeta amigo suyo y enfermo de sida.
La elección del relativamente novato director inglés Stephen Daldry –que maravilló al mundo entero con su sencilla, pero entrañable “Billy Elliott”- no ha podido ser más acertada, entrando por la puerta grande en la industria cinematográfica de Hollywood con una gran frescura, algo casi vital para una obra del calado y empaque del film que nos ocupa, y que se encarga de dinamitar todos los tópicos de la presunta sociedad del “bienestar” occidental (más norteamericano) uno por uno.
Aunque la banda sonora de Glass –con un trasnochado minimalismo que discurre en la obra más tópica del más arcaico Micahel Nyman- tiene momentos acertados, en términos generales ralentiza mucho el ritmo del film, llegando a ser verdaderamente pesado. Lo que resulta impresionante desde el principio de la película, son las monumentales interpretaciones de todos y cada uno de los actores, destacando indudablemente Julianne Moore, con una carga dramática pocas veces vista, y una Nicole Kidman “convertida” –literalmente- en la famosa autora literaria Virginia Woolf. En la letanía argumental de la película, señalar el sentimiento de pesadumbre y ansias de libertad que durante toda la historia planea, y que deja, como el licor de almendras, un amargo pero agradable sabor en el paladar.


Federico Casado Reina



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