Ficha película

Título:
8 millas
Director:
Curtis Hanson
Intérpretes:
Eminem, Kim Basinger, Brittany Murphy, Mekhi Phifer, Chloe Greenfield, Evan Jones, Omar Benson Mille
Calificación:
Crítica

No es la primera –y desgraciadamente, tampoco la última- en que un rapero salte de las listas de superventas musicales a la gran pantalla. Ya vimos como Ice Cube, Ice T, Vanilla Sky, o el mismísimo Will Smith se trasladaban al cine, con resultados bastante lamentables. Generalmente, a excepción del cómico Will Smith, simplemente eran colaboraciones esporádicas. Ni siquiera la megalomanía y el gracejo del protagonista de “El príncipe de Bel-Air” le han certificado su permanencia en el estrellato cinematográfico de Hollywood. Ahora el más subversivo y controvertido símbolo de esta subcultra musical ha saltado al cine, intentando plasmar todas sus pasiones, inquietudes y metas en un film, hecho ha medida de su propia personalidad.
Seguramente, en Norteamérica este film encaje a la perfección, sobre todo por el carácter autóctono de este “movimiento protesta musical”, que pone en jaque la precaria situación social de una juventud con pocas expectativas de éxito, con la salvedad de la música que escriben y expresan. En cambio, fuera de las fronteras estadounidenses, este film no es más que una versión algo más adulta y visualmente más atractiva de “Breakdance”, que intentó mostrar en los ochenta la pasión por la música y la posible salida de una juventud que tenía el horizonte bastante negro. Las anécdotas argumentales del rap y el ambiente, que deberían ser un simple pretexto para apoyar a los personajes y las situaciones del guión, que llegan a convertirse en una ridícula copia de las miles de películas sobre el boxeo que hemos visto en el cine americano, y que, en el colmo de la originalidad, encima se desarrolla en Detroit. El protagonista, un pobre chaval blanco, tiene varios escollos que le tienen amargado –y curiosamente, todos desde sus amigos a su madre, e incluso sus enemigos, le aguantan un carácter odioso-, impidiéndole desarrollarse como persona. Primero de los problemas: Eminem no es negro. Por ello su vida ha sido un constante devenir de frustraciones, hasta que logra superar a los propios raperos de color. Segundo de los problemas: su situación familiar. La comprensible situación de frustración origina dicho carácter, pero todos le apoyan porque dice que es “un genio”. El problema es que dicho “genio” es para hace rap, cosa que sólo se ve al final de la película, siendo todo el film una insoportable espera de algo que, cuando llega, sólo gusta a los que disfrutan y se apasionan con dicha expresión musical.
Por ello, sinceramente, “8 miles” tiene la misma vigencia que si intentáramos estrenar en Boston un film sobre la sardana del Ampurdán, con la salvedad que los americanos antes de estrenar su película han exportado al cantante y su filosofía a todo el mundo. ¿Y ahora todos –incluso los que respetamos, pero no disfrutamos del rap- tenemos que tragarnos sus películas?. Nanay.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web