Ficha película

Título:
Harry Potter y la cámara secreta
Director:
Chris Columbus
Intérpretes:
Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Kenneth Branagh, Maggie Smith, Richard Harris, Alan Ric
Calificación:
Crítica

Con vocación de superación a la anterior adaptación cinematográfica del famoso personaje literario, llega cual regalo de navidad la segunda parte de la franquicia, que además coincide con el segundo año del protagonista en su academia de magos y brujos. Todo ha sido dispuesto para que el mecanismo funcione a la perfección, y lo hace, solo que de manera diferente a la primera parte, por un motivo claro: Harry cada vez es menos niño. Los actores de la primera parte, crecen, al igual que los propios personajes, cada uno con su propia idiosincrasia.
Esa “evolución” en el personaje, también se ha producido en la película, ampliándose toda una serie de elementos argumentales que estaán más fuera de lugar en un film para niños exclusivamente. Ahora las aventuras son mucho más siniestras, tenebrosas, suponen un mayor reto, y por supuesto, ganan en espectacularidad, riesgo y triunfo personal para Harry, que ya está casi convertido en la gran estrella de la magia –cosa que fue desde que se enfrentó al malvadísimo Voldemort, que le hizo la cicatriz de la frente-. Retomando todos los argumentos, Columbus vuelve a recrear todo el particular universo de Rowlings con una perfeccion y sintonía milimétrica, aún más ayudado si cabe por los efectos especiales de la Industrial Light and Magic. El enriquecimiento de la historia con nuevos personajes –como el narcicista Gilderoy Lockhart, el entrañable elfo doméstico o el padre de Draco, Lucius Malfoy- es un notable avance, sobre todo por la elección actoral perfecta para cada uno de ellos.
Alguien dijo alguna vez que el peor enemigo es el que no se ve, y es precisamente lo que le sucede a nuestro héroe al comenzar su segundo curso: las divertidas aventuras y problemillas que Harry vive cotidianamente con sus amigos Ron y Hermione, se van a convertir en auténticas amenazas mortales, cuando empieza a oir una serie de voces que le incitan a realizar maldades y a encontrar una legendaria cámara secreta creada por uno de los magos que creó la academia de Hogwarth. El poder hipnótico que la primera parte del film tenía con los niños se ha tornado en una trepidación muy bien orquestada, con los elementos justos de misterio, sincopada acción y una factura apabullante –memorable es el trabajo en las variaciones musicales que realiza William Ross sobre los temas originales de John Williams-.
En cuanto a la “salud” de la nueva franquicia, que se borre todo atisbo de amenaza, porque el merchandisning está desplegado mundialmente para que todos disfruten de las aventuras del niño mago, y ya se está planteando la tercera parte. Es un film honesto, entretenido, apasionante que aún conserva ese encanto Dickensiano de los libros originales. Todo un regalo de las fiestas, aunque dentro de poco tengan que cambiar a los actores, o cambiar el sentido de las películas en filmes para adolescentes, porque hasta el mago Potter, crece.


Federico Casado Reina



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