Ficha película

Título:
Deuda de Sangre
Director:
Clint Eastwood
Intérpretes:
Clint Eastwood, Jeff Daniels, Anjelica Huston, Wanda de Jesús, Tina Lifford, Paul Rodriguez, Dylan W
Calificación:
Crítica

Dicen que la edad no perdona. A mi me costaba creer esta aseveración, sobre todo tratándose del gran Clint Eastwood, el héroe de mis sueños, el vaquero impasible con buen corazón que ajustaba las cuentas sin pestañear y con un puro mordido entre sus labios. El policía justiciero que terminaba de poner las cosas en su sitio. Pero, al igual que el Imperio Romano tuvo su declive y caída, parece que Mr. Eastwood no está terminando de encajar sus setenta y dos primaveras dentro del mundo del cine. Tras varios filmes autoparódicos, que eran verdaderamente encomiables –ahí tenemos “Sin Perdón”, “En la línea de fuego”, “Los puentes de Madison” o incluso “Space Cowboys”, ironizando con saña sobre su propia edad en los personajes que representaba…- de vez en cuando este astro del cine nos regalaba con alguna película –“Medianoche en el jardín del bien y del mal”- que estaba fuera de onda, tanto por su desigual dirección, como por los papeles que representaba. Ahora ha sucedido buena parte de esto, y es lastimoso ver al antaño aguerrido Harry Callahan convertido en un abuelete combativo, pero abuelete al fin y al cabo. Qué le voy a hacer, no puedo evitar seguir mirando a mi mito de adolescencia.
Siendo un poco justos, Eastwood se esfuerza notablemente en su nueva película, tanto en la interpretación como en la dirección. Pero en ambos casos no aporta nada: el film no deja de ser un predecible ejercicio del más tópico “Thriller” donde hay un psicópata obsesionado con el policía que lo persiguió y cómo este, tras estar jubilado, se encara con el maniaco. El protagonista está demasiado imbuido de toda la historia previa de la mitología policiaca, con los tics clásicos de los personajes, y a nivel de dirección, tiene más un estilo de telefilm que de película de empaque, como a este director le corresponde. Para más recochineo, el pretendido “suspense” que se intenta durante todo el film, encaja con las sospechas del espectador, desentrañando con cierta facilidad la famosa pregunta del millón, que tanto nuestros abuelos como nuestros padres se hacían cuando veían un film de estas características: ¿quién es el asesino?.
Por eso, sinceramente esperaba mucho más de este director y actor, porque en su trayectoria de películas alejadas del Far West hay títulos tan interesantes como “Escalofrío en la noche”, “En la cuerda floja” o “Impacto súbito”, que sin ser ningunas maravillas, que estaban artesanalmente muy bien construidas dentro del género policiaco. Una pena, pero Harry Callahan, al menos de policía, debería jubilarse, porque ya le empieza a pesar demasiado el Magnum…


Federico Casado Reina



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