Dentro de las más recientes adaptaciones cinematográficas, podíamos ver el talento de un realizador a la hora de plasmar en imágenes un universo personal. “El Silencio de los corderos” no era en absoluto la mejor novela de Thomas Harris, pero el incuestionable talento de Jonathan Demme logró recrearla en una película memorable, tanto a nivel artístico, como a nivel cinematográfico, dominando de igual forma la trama argumental que la impresionante factura. Pero años antes, Harris ya había escrito “El Dragón Rojo”, una novela francamente excelente, que había tenido un pálido correlato fílmico en una adaptación de Michael Mann –el artífice de “Corrupción en Miami”- llamada “Manhunter” –titulada en España “Hunter”, es decir “Cazador”-. En dicha cinta, ya Brian Cox había interpretado al ya famoso Hannibal Lecter, y la compleja trama se asemejaba mucho más a un telefilme barato que a una película de calado y empaque. Tras la fulgurante carrera comercial de la película de Demme, y de su continuación “Hannibal”, ahora Dino de Laurentiis, el propietario de la “franquicia”, ha decidido abordar un nuevo proyecto con el Dr. Lecter con seriedad, tomando como referencia el universo creado más por Demme que por Ridley Scott en “Hannibal”, y con un reparto francamente impresionante.
Objetivamente hablando, “El dragón Rojo” está mucho mejor que su predecesora, aunque evidentemente, no llega a la originalidad de la película protagonizada por Jodie Foster. Tras condenar al famoso psiquiatra forense Hannibal Lecter a cadena perpetua, el agente del FBI Will Graham decide olvidarse de su trabajo cazando psicópatas y se retira… hasta que un nuevo caso empieza a hacer temblar a todo el país. Retomando su oficio, Graham consultará al único experto capaz de ayudarle, el mismísimo Dr. Lecter… Aunque la estructura dramática de la obra literaria es sustancialmente diferente de “El silencio de los corderos”, ésta película ha servido de referente y guía tanto a Ted Tally –que fue guionista del film de Demme- como de Ratner, que ha casi la ha recreado con exactitud milimétrica, habida cuenta de que antes funcionó. Seguramente, si este film hubiera sido cronológicamente el primero en aparecer dentro de la “saga”, hubiera supuesto un bombazo, pero desgraciadamente, existen demasiadas referencias anteriores. No obstante, la película funciona como una bien engrasada maquinaria, y es encomiable la tarea de Ratner, que ha madurado sustancialmente como director con esta película, separándose de las payasadas –divertidísimas, por cierto- de Chris Rock y Jackie Chan en “Hora punta”-. En cuanto al reparto, los actores están geniales, aportando todo lo que le esperábamos. Quizás Hopkins, demasiado ubicado en su personaje, sobreactúe un poco, y Norton a veces esté algo hierático. Pero tanto Fiennes como Emily Watson, están sencillamente soberbios, sin olvidar tampoco la excelente partitura de Elfman, que recrea atmósferas maravillosamente. En definitiva, un film brillante, aunque empañado de la historia previa de Lecter y compañía.