Ficha película

Título:
800 balas
Director:
Alex de la Iglesia
Intérpretes:
Sancho Gracia, Carmen Maura, Terele Pávez, Ángel de Andrés López, Luis Castro
Calificación:
Crítica

Todos tenemos iconos de nuestra infancia. Mientras que algunas generaciones han tenido a Roberto Alcázar y Pedrín o al Guerrero de antifaz, la generación nacida a mediados de los sesenta –donde nació el director del film y el que escribe este artículo- tuvimos al “spaghetti-western” como uno de los referentes inmediatos de esos héroes “humanizados”, con sus defectos y miserias, pero capaces de realizar las más altruistas e impresionantes acciones con una media sonrisa en el rostro, sin darle importancia a lo que estaban haciendo. Muchos han sido los niños que hemos crecido viendo a Clint Eastwood en Almería despachando a malos malísimos, con dientes verdes y ponchos mejicanos mugrientos. Ahí está la clave del nuevo film de este realizador: la nostalgia, manejándola sabiamente, sin llegar a caer en un discurso demagógicamente facilón. Dramáticamente hablando, ha habido un salto cualitativo en la obra de este director, rozando la genialidad en muchos encuentros del niño protagonista –verdaderamente impagable- con todos los personajes que sobre él orbitan, desde la abuela, la madre ejecutiva, y cómo no, el abuelo soñador, otro niño pero con cuerpo de hombre.
Además de este elemento claro en el film, también hay otro no menos importante, a la hora de enfrentar el sueño, las ilusiones y las emociones de unos seres humanos, con el deshumanizador interés de las multinacionales, que insufladas en sus cuentas de beneficios, son capaces de realizar las más reprobables acciones contra las personas, sin despeinarse, manteniendo así el nivel de vida de unos cuantos privilegiados, que quieren cambiar de chalet y modelo de vehículo cada año. El guión tiene varios baches dramáticos y narrativos, empañando el resultado final del film, aunque no se le puede quitar el mérito en varias secuencias que llegan a rayar con una especie de realismo mágico que parece sacado del mismísimo “Cinema Paradiso”, y de la fascinación de un niño ante apolillados espectáculos, que se convierten en extraordinarios, e incluso ante el mismísimo sexo, en una memorable escena. Todo arranca cuando el hiperactivo hijo de una “yuppie” de lo más “fashion” descubre que su abuelo y su difunto padre eran especialistas en las películas del oeste rodadas en el Desierto de Tabernas, Almería, durante los setenta, así que ni corto ni perezoso, el chico decide viajar para conocer a su abuelo, todo un personaje que todavía ejerce de “sheriff” en un lamentable espectáculo para turistas. La realización es exquisita, homenajeando en muchos casos al mismísimo Sergio Leone, e incluyendo elementos del mejor cómic, cosa que ya ha hecho De la Iglesia, pero que con este argumento, resulta ideal, así como la soberbia banda sonora de Roque Baños, con notas de los mejores clásicos del particular subgénero rodado en Andalucía.
Tal interesantísimo planteamiento se malogra en varios momentos, convirtiendo la línea maestra del argumento en varios caminos erráticos que no llevan a ningún sitio. En esta definición del “marmitako western”, De la Iglesia ha dejado vislumbrar su incuestionable talento, pero podría haber pulido mucho más un film que podría haber sido mucho mejor. De todas formas, es una arriesgada apuesta que resulta refrescante y delirantemente divertida.


Federico Casado Reina



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