Ficha película

Título:
Shrek
Director:
Andrew Adamson y Vicky Jenson
Intérpretes:
(en la versión original): Shrek (Mike Myers), Asno (Eddie Murphy), John Lithgow (Lord Farquaad), Cam
Calificación:
Crítica

Siempre he sido un fanático del cine animado. Lógicamente, la Disney es la gran reina de este tipo de películas, y desde hace años realiza productos que aunque en un principio estén orientados comercialmente a los niños, en realidad tienen lecturas mucho más profundas y cercanas a los adultos que a los infantes. Si bien la megalítica compañía ha creado clásicos de la talla de “Blancanieves”, “Pinocho”, “Bambi”, “Dumbo” o más recientemente “La bella y la bestia” o “La sirenita”, no es menos cierto que de vez en cuando, por aquello de mantener bien engrasada la maquinaria, realiza películas “menores” dentro de su trayectoria, tales como “Mulan” o “El emperador y sus locuras”. Otra “división” por la que la compañía ha apostado es la realización digital, con tres títulos –“Toy Story”, “Toy Story II” y “Bichos”- que han deslumbrado al espectador. Pero mientras que los dos primeros –los “Toy Story”..- han supuesto toda una revolución, no ya por ser las primeras películas realizadas íntegramente por ordenador, sino por la incursión argumental de guiños a los adultos de una manera muy inteligente, el tercero de ellos supuso un gran paso atrás: quizás la excesiva orientación “infantil” tanto en la creación de personajes –todos ellos muy redonditos y de colores muy chillones- como en el guión, hizo que “Bichos” fuera superada con creces por otra película de animación digital, “AntZ”/”HormigaZ” producida por otra empresa que empieza a ser una de las grandes de Hollywood, la Dreamworks.

La asociación de Jeffrey Katzenberg –antiguo directivo de la Disney-, David Geffen y el midas de Hollywood, Steven Spielberg, ha cimentado la animación digital con su segundo film de estas características, logrando una complicidad aún mayor que la realizada con “AntZ”, porque “Shrek” no sólo es una comedia divertida, sino que supone una profunda revisión a todas las fábulas clásicas, desmitificando muchos personajes y tópicos. El cambio de roles en el héroe –que ahora es un ogro gordo, verde y tontorrón-, la princesa –que de frágil y desvalida no tiene nada- o el príncipe –un abyecto enano, egocéntrico y cruel- está maravillosamente trazado y logra en todo momento un excelente tono a caballo entre los más desternillantes “gags” humorísticos y la ternura más exultante. El meditado y excelente guión, plantea además la parábola de la aceptación y las equívocas apariencias de una forma tan acertada como sutil. Quizás el único punto negro sea la excesiva adscripción a la cultura norteamericana, que en muchos casos le añade una innecesaria “temporalidad”. El cine digital ya tiene otro personaje –al igual que Buzz Lightyear o el vaquero Woody- que figurará en la historia del séptimo arte: Shrek.


Federico Casado Reina



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