Ficha película

Título:
Pluto Nash
Director:
Ron Underwood
Intérpretes:
Eddie Murphy, Randy Quaid, Rosario Dawson, Joe Pantoliano, Jay Mohr, Luis Guzmán, James Rebhorn.
Calificación:
Crítica

Si hay algo de lo que no se puede acusar a Eddie Murphy es de dormirse en los laureles: se embarca en cualquier proyecto que pudiera parecer interesante, aunque se salga notablemente de su registro habitual y no duda en arriesgarse cuando lo cree creativamente interesante, sean cuales sean sus resultados –con aciertos como los de “Bowfinger” o el doblaje del burrito de “Shrek” y fracasos como “Un vampiro en Brooklyn”, dirigida por el mismísimo Wes Craven-. En esta ocasión, Murphy se ha metido en la piel de un héroe del futuro, concretamente del año 2080, donde la luna está colonizada y es el propietario de un local de moda, siendo hostigado por un misterioso gángster que le quiere arrebatar su club.
El problema es que los chistes de Murphy –que siendo justos, mantiene un registro homogéneo bastante correcto, muy en su línea burlona- no son suficientes para sostener esta lujosa, pero fallida película: el guión roza el ridículo, a base de emplear un sentido del humor bastante facilón y lleno de escatología innecesaria. Aunque vemos un impresionante diseño de producción, éste recuerda demasiado –así como el planteamiento del film, con la creación de un personaje “alternativo”- a “Desafío Total” de Paul Verhoeven, sólo que en versión negra y llena de chascarrillos obvios. La prospección de futuro tiene sus gracias, indudablemente, pero llega un momento en que se carga demasiado de sal gorda, y los chistes ya no tienen gracia, resultando groseros. El director, Ron Underwood, es un correcto artesano de Hollywood –que ha realizado productos muy comerciales, tales como “Mi gran amigo Joe” o “Cowboys de Ciudad”-, pero no ha dotado al film de personalidad propia, chocando cada dos por tres en torpes intentos de hacer avanzar un producto muy ampuloso, pretencioso y de espectacularidad notablemente hortera: es como si todo el mal gusto que pudiéramos ver en un casino de Las Vegas hubiera sido aumentado exponencialmente y sus colores chillones estuvieran presente en ese supuesto –Dios nos libre!- futuro “lunar”.
Todo está articulado para la mayor gloria de Murphy y crear, indudablemente, una franquicia comercial al igual que ha sucedido con “El profesor chiflado” o “Dr. Dolittle”, operaciones de marketing brillantes que ya han recaudado enormes cantidades de dólares gracias a la renovación de viejos clásicos cinematográficos a manos del actor que los ha redefinido con sus particulares dotes de comedia y su risita pegadiza. Pero ahora, ni siquiera con la invocación del eterno Pluto –como nombre del protagonista de la historia- se ha logrado entretener medianamente al personal: tras el fogonazo inicial en el despliegue de efectos especiales, el aburrimiento empieza a hacer mella con un guión confuso, lleno de lagunas. Pam Grier, John Cleese, Alec Baldwin, Peter Boyle, Jay Mohr,… toda una serie de apariciones y actuaciones estelares se desaprovechan miserablemente en torno a un producto que es más propio de una serie de televisión –eso sí, lujosísima- que de una película que se precie lo más mínimo. Una pena, porque podía haberse sacado muchísimo más partido de todos los elementos, desde el protagonista hasta el diseño de producción.


Federico Casado Reina



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