Ficha película

Título:
Retratos de una obsesión
Director:
Mark Romanek
Intérpretes:
Robin Williams, Connie Nielsen, Michael Vartan, Gary Cole, Dylan Smith, Eriq La Salle, Erin Daniels,
Calificación:
Crítica

Aunque el filón de los psicópatas parecía agotado, ahora nos ha llegado un film ciertamente interesante. No ya porque veamos que el más amable y simpático vecino en realidad pueda ser un verdadero asesino brutal –cosa que ya sabíamos, sólo tenemos que echar una hojeada a las páginas de sucesos en el periódico- sino por ir más allá en la génesis de su deficiente adaptación social ¿qué es lo que lleva a un hombre supuestamente “normal” –entrecomillo la palabra porque tendríamos que hablar largo y tendido de este concepto…- a aislarse del mundo? O más bien ¿cómo aisla el mundo a un hombre normal y qué efectos provoca? Ahí es donde este film dirigido con lucidez y de guión brillante va más allá, planteando la génesis del problema.
¿Se han parado a pensar que los que revelan las fotos saben de nuestras vidas mucho más que cualquier desconocido? Si tenemos coche nuevo, le hacemos una foto, si estrenamos casa, le hacemos una foto, si nace nuestro hijo, le hacemos una foto, hasta si nos compramos un nuevo traje, lo fotografiamos. Evidentemente, esa fuente de información inagotable si es canalizada anormalmente, puede originar situaciones insospechadas. Algo así es lo que le pasa al protagonista del film, un pobre hombre solitario que envidia sanamente –si, créanlo, sanamente- a la típica familia norteamericana actual de lo más “fashion”: casa de diseño bauhaus, todoterreno de lujo, mujer preciosa, niño encantador, etc.
Realizador de videoclips de lujo como los de Madonna o R.E.M., Romanek ha escrito y dirigido este film con bastante acierto, creando una factura impecable y articulando la historia de manera inteligente, con muchas referencias cinéfilas, ya que la fotografía, desde “La ventana indiscreta” a “El fotógrafo del pánico” siempre ha estado presente en este género. No cabe la menor duda que el eje de gravedad del film es un superlativo Robin Williams, que realiza la mejor interpretación de toda su carrera con gran diferencia, en un registro tan poco tranquilizador como el de Norman Bates en “Psicosis” y tan correoso como el de Hannibal Lecter en “El silencio de los corderos”. Esa sonrisa comedida a punto de estallar, esa eficiencia en un trabajo, y ese universo perfectamente medido, milimetrado, ajustado y comprobado, es realmente estremecedor, máxime con la pátina de dulzura que tiene el personaje que interpreta el actor, a veces tan desvalido como una ovejita, y otras con la mirada de un lobo a punto de saltar sobre una víctima.
Merece especial atención resaltar igualmente una banda sonora brillante, que utiliza la llamada música de expectativa, que tan bien explotó Kubrick en “El resplandor”. No podemos decir que “Retratos de una obsesión” sea una película de terror… salvo que pensemos que el auténtico monstruo con el que nos enfrentamos es la sociedad, esa más preocupada en la eficiencia empresarial y en el egoísmo personal que en la felicidad de una familia o de un pobre hombre que sólo quiere sentirse amado.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web