Ficha película

Título:
Windtalkers
Director:
John Woo
Intérpretes:
Nicolas Cage, Christian Slater, Peter Stormare, Adam Beach, Noah Emmerich, Mark Ruffalo, Brian Van H
Calificación:
Crítica

En la colonización de la industria de Hollywood en las pantallas de todo el mundo, Estados Unidos ya ha desarrollado un propio cuerpo de “marines” que conquistan a millones de espectadores. Pero si antes lo hacían subrepticiamente –Ay, ¿dónde estarán películas como “Objetivo Birmania” o “Doce del patíbulo”- ahora ya ni se molestan en cambiar el título de las películas, demostrando una innegable prepotencia –“Windtalkers” podría traducirse como “los que hablan con el viento”-. Esto es lo que hay. La primera en la frente.
Si se nos hubiera contado una historia universal, la historia de unos hombres que luchaban por un ideal y por la justicia, pues bien. Pero es que nos intentan vender un producto netamente patriotero, donde el enemigo –en este caso, el japonés, ya que estamos en la Segunda Guerra Mundial- es abyecto y malísimo y los pobres norteamericanos están luchando por la paz del mundo civilizado –especialmente ridículas son las reflexiones en voz alta, como la conciencia de Pepito Grillo sobre la xenofobia, el racismo y la paz mundial, que llegan a provocar estentóreas carcajadas. Si encima lo agitamos todo, ponemos imágenes de archivo metidas con calzador, y varias banderas norteamericanas ondeando al viento, tenemos un producto a la medida de una sociedad dolida por los acontecimientos del 11 de septiembre y que necesita volver a creer en su propia mitología de héroes contemporáneos, fusil en mano y bandera de barras y estrellas en la otra.
En un principio, todo hacía suponer que “Windtalkers” era una película interesante. Por un lado, enfocaba presuntamente la Segunda Guerra Mundial en un episodio ciertamente original –el reclutamiento de indios navajos para crear claves indescifrables para el enemigo- y por el otro, la situación de un sargento de los marines que ha de proteger dicha clave, aún a riesgo de su propia vida y la del descifrador. Pero ni las ampulosas, empalagosas, y hasta pedantes imágenes de Woo –la primera vez impresionantes, pero a base de repetirlas, dejan de tener efecto- ni una banda sonora espectacular de Horner impide que el film sea notablemente deficiente, en base a un guión horroroso, unas interpretaciones bastante mediocres –destacando Cage, especialmente abominable- y una moralina final completamente grotesca. Si no hace demasiado tiempo veíamos “Cuando fuimos héroes”, ahora nos regalan otra perla del americanismo más exacerbado. Más de lo mismo.


Federico Casado Reina



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