Ficha película

Título:
9 días
Director:
Joel Schumacher
Intérpretes:
Anthony Hopkins, Chris Rock, Matthew Marsh, Peter Stormare, Kerry Washington, Brooke Smith
Calificación:
Crítica

Hablar de Jerry Bruckheimer, es hablar de espectacularidad y comercialidad. Últimamente, este productor que nos ha regalado películas tan interesantes como “American Gigoló”, “El beso de la pantera” o “Marea Roja”, estaba de capa caída, y no acertaba con una película que además de tener el certificado de “comercial”, le diera el mismo nivel de calidad, ya que ni “El bar Coyote”, “Armageddon” o “Pearl Harbor” tenian el más mínimo interés fuera de sus fronteras norteamericanas –y que no han funcionado económicamente tan bien en el resto del mundo-. Por ello, Bruckheimer ha aplicado la fórmula magistral que presuntamente, le replicara el éxito: actor maduro de calidad y carisma –antaño Connery en “La roca”, ahora Anthony Hopkins, nada más y nada menos- y otro actor joven con valía y “gracia” –antaño Nicolas Cage, hoy el moreno Chris Rock, rapero, vacilón y “supercool”-. El problema es que “La roca” tenía un guión mucho más sólido que el de “Nueve días”, que además de cambiar al gusto del director –para que los planos sean bonitos, las persecuciones espectaculares y los actores puedan decir sus “gracias”, especialmente Rock, en una especie de versión cutre de Eddie Murphy-. Comparo con “La Roca”, porque la génesis de la historia es bastante parecida: un sujeto que no tiene nada que ver con el espionaje ni con salvar al mundo, es obligado a realizar tal “hazaña” ayudado por un veterano espía que le sacará las castañas del fuego, a veces. Para más guasa, el final del guión contiene una moralina francamente abominable, que no logra encajar en el resto de la historia de amor, que es ubicada con calzador en medio de un seudothriller que en la mayoría de los casos se viene abajo a base de intentar corregir una historia que desde un principio, nadie se cree: resulta que la CIA quiere comprar una bomba atómica en forma de maletín a la mafia rusa. El intermediario muere en una reyerta con otros compradores rivales, y recurrirán a un hermano gemelo que este hombre tiene -¡Olé, recurso fácil de guión para que el Chris Rock haga sus gracias!- para que, ayudado por el agente veterano, consiga salvar al mundo, gane su dinerito, y al final, se case con su chica, sea feliz y coma perdiz.
Bruckheimer ha recurrido a un director bastante menos creativo y más convencional que Michael Bay –su realizador preferido- para hacer la película, pero más o menos está contada de la misma forma. El tono del film, cambia a cada plano, desubicándonos la magnífica banda sonora con unas imágenes que parecen sacadas de un programa televisivo de variedades, con las bromas más escatológicas y toscas que uno pueda imaginar. Si creíamos que Will Smith era cargante, le ha sustituido Chris Rock, que actualmente, podría ostentar holgadamente el título de macarra oficial del cine norteamericano. Y, encima, que el gran Anthony Hopkins se preste a esto… no tiene nombre, aunque seguramente sí tendrá números –al menos seis o siete- en un talón. Ya lo dijo Quevedo.


Federico Casado Reina



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