Ficha película

Título:
Vidocq
Director:
Pitof
Intérpretes:
Gerard Depardieu, Inés Sastre, Guillaume Canet, André Dussollier, Edith Scob, Moussa Maaskri, Jean-P
Calificación:
Crítica

Muchas veces las nuevas tecnologías audiovisuales únicamente sirven para crear caras fanfarrias que tienen verdaderamente poco que decir. Generalmente, dichos artificiosos recursos se suelen utilizar en la ciencia ficción, cuando no en el terror. Por eso resulta por menos que gratificante que todos los avances digitales se pongan al servicio de una historia, cuando no de una estética ideológicamente definida en la pintura, los cómics o la literatura.
Ya hemos visto varias subordinaciones en la factura audiovisual de corrientes cinematográficas como el “Dogma 95”, donde el empleo de la cámara al hombro, por ejemplo, tiene esa innegable pauta documental que tan bien sirve a las refrescantes historias adscritas en un definido paradigma cinematográfico cada vez más ampliado con diversos subgéneros. Cuando Jean Pierre Jeunet y Marc Caró crearon en la década de los noventa “Delicatessen” marcaron la pauta para un nuevo cine, y por ende, para una nueva estética, supeditada a un particular universo barroco y lleno de detalles, mucho más propio hasta ahora de la publicidad que del propio cine. Uno de sus inestimables colaboradores en los efectos visuales –incluso creador de un innovador programa infográfico- ha sido Pitof, que ha tomado al mítico personaje real de Vidocq –legendario en Francia y que podría extrapolarse a Robin Hood en Inglaterra o Curro Jiménez en España- como centro y eje de un verdadero viaje a un universo casi pictóricamente descrito; un vividor, ex ladrón, ex militar, ex policía y ahora detective privado de la Francia del siglo XIX, se enfrenta a su propia némesis en un asesino llamado “el alquimista”, que parece manejar a su antojo todas las fuerzas naturales y sobrenaturales para hacer cumplir su particular “justicia”.
Si todo este sustancioso guión se enmarca en esa estética rayana en el más puro “cómic” tenemos un auténtico y barroco caos digitalmente descrito –la película fue rodada en video digital y posteriormente, retocada por ordenador casi plano a plano...- por un argumento ciertamente confuso en algunos momentos, pero arrebatador la mayoría de las veces. Todo el viciado ambiente de las calles parisinas llenas de barro, suciedad y pobreza se amplifica hasta traspasar la propia pantalla con estos apabullantes recursos técnicos, al igual que la dulzura o el boato de la corte también se hace inteligible de una forma completamente inédita hasta ahora en la expresión cinematográfica. El empleo que Jeunet ha dado a ese “caos digital” en “Amelie”, coqueteando con el “realismo mágico”, ha sido reutilizado por Pitof para mostrar una trepidante historia detectivesca que deja al mismísimo Sherlock Holmes a la categoría que quizás le corresponde, la de un pusilánime y aburrido británico frente a un apasionado investigador mediterráneo ejemplarmente interpretado por Depardieu, y que no duda en utilizar los métodos más expeditivos para conseguir resultados en sus investigaciones. A pesar de sus baches de ritmo, de un guión algo tramposo y del errático pulso narrativo, es una película apasionante en su factura, espectacular en las secuencias de acción y entretenida como un rompecabezas.


Federico Casado Reina



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