Ficha película

Título:
Reflejos
Director:
Miguel Angel Vivas
Intérpretes:
George Corraface, Ana Fernández, Emilio Gutiérrez Caba, Alberto Jiménez, Carlos Kaniowsky, Magüi Mir
Calificación:
Crítica

Obsesionados por el buen funcionamiento del cine español en la cartelera, los ejecutivos de varias televisiones nacionales se han empeñado en fomentar una industria audiovisual capaz de interesar al espectador patrio; esto que a priori pudiera parecer interesante, por cuanto sacar directores y técnicos de una nueva hornada para reforzar –cuando no renovar- una cinematografía ciertamente achacosa, a la postre se ha convertido en un despropósito, sobre todo por la presunta “elección” de “talentos” en productos más o menos “rentables”: no se trata de hacer comedias, “thrillers” o películas de terror. Se trata de contar historias, de conectar con el público, olvidando la pretenciosidad y vanagloria que algunos realizadores se dan a la hora de afrontar su primer largometraje. Precisamente el sevillano Miguel Angel Vivas ha cometido uno de los mayores errores que se pueden tener a la hora de afrontar un primer trabajo: intentar gustar por todos los medios, apabullándonos con trucos narrativos o visuales que resultan a la postre irritantes y tremendamente predecibles.
No sería justo olvidar una serie de elementos estéticos y de guión que son sugestivos en esta primera película, pero que en el cómputo general resulta ser decididamente negativa, por cuanto una historia interesante –un policía obsesionado en cazar a un psicópata que asesina niños- se convierte en un progresivo desfile de carencias en el guión y en la realización, que llega a resultar tremendamente lenta y chocante para el espectador. Además de la exasperante lentitud del film –un “thriller” precisamente, debe ser todo lo contrario, y si no que le pregunten al velado “mentor” y guía de este realizador novato, David Fincher- los diálogos resultan tan previsibles que rayan en lo ridículo, por no hablar de la elección del actor protagonista, un George Corraface, que además de no justificar en ningún momento su procedencia gabacha en el personaje principal –especialmente ridícula es la escenita del contestador lo intenta justificar- resulta ser –como ya sabíamos- un pésimo actor, inexplicablemente colocado al frente de una película que cuenta con un excelente plantel artístico miserablemente desaprovechado –especialmente sangrantes son los casos de la siempre excelente Ana Fernández o del genial Emilio Gutiérrez Caba-.
Este género que tan bien definió el maestro Hitchcock –sin escribir él ni un solo guión, pero dotando a sus películas de una indeleble personalidad- no es fácil de seguir por un realizador, así que aún menos por un neófito que aunque con buenas intenciones y retazos de talento, no ha conseguido transformar el abultado presupuesto de su primer largometraje en una película acorde a las expectativas de esta iniciativa. De todas formas, todavía quedan por ver sus siguientes trabajos, reforzados por una mayor madurez y voluntarismo. Todos estos “hijos artísticos ficticios” de Sir Alfred deberían tener más en cuenta su obra y una de sus más famosas máximas, presente en toda su trayectoria, que decía que “Existe algo más importante que la lógica: la imaginación”. Y eso es precisamente lo que le falta en muchos casos al cine español.


Federico Casado Reina



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